La naturaleza de una relación depende de cómo cada uno interprete el inicio del “causa-efecto”
Es el tercer axioma de comunicación de Watzlawick, y lo voy a ejemplificar con el círculo vicioso al que han llegado Pedro y Cristina:
“Pedro llega tarde a casa” “Cristina se enfada” “Pedro llega tarde a casa” “Cristina se enfada” “Pedro llega tarde a casa” “Cristina se enfada” “Pedro llega tarde a casa” “Cristina se enfada” “Pedro llega tarde a casa”
Para Cristina el asunto está claro: A ella le enfada que Pedro llegue tarde del trabajo, y como Pedro llega todos los días tarde, pues ella siempre está enfadada (si él no llegase tarde ella no estaría enfadada).
Para Pedro el asunto también está claro: Cristina está siempre enfadada, y como sabe que siempre va a haber discusión, para estar en casa de mal rollo, prefiere quedarse trabajando y por eso llega tarde (si Cristina no estuviera siempre enfadada él llegaría antes a casa).
Yo entiendo que “enfadarse y retraerse” es la dinámica de relación que tienen Pedro y Cristina ya que, como observador imparcial, no pongo la causa en ninguna de sus conductas.
Para Watzlawick, en una secuencia larga de intercambios comunicacionales, cada ítem en la secuencia es, al mismo tiempo, estímulo, respuesta y refuerzo. Un observador externo puede entenderla como una secuencia ininterrumpida de intercambios, pero, quienes participan en la interacción siempre introducen “la puntuación de la secuencia de los hechos”; esto es, cuál es la causa de su conducta, cuál es el efecto de la conducta del otro en su propia conducta.
Ocurre que la falta de acuerdo con respecto a la manera de puntuar la secuencia de los hechos es la causa de incontables conflictos en las relaciones.
Yo tengo poca iniciativa en el trabajo porque mi jefe no confía en mí. Y mi jefe dice que no confía en mí a causa de mi falta de iniciativa….
Estos círculos viciosos se pueden romper cuando ambos consiguen colocarse afuera del círculo, comunicarse acerca de estos aspectos de la relación e introducir algún cambio en la manera e interpretar su propia conducta.
Para acabar os animo a reflexionar sobre algún “círculo vicioso” en el que os encontréis ¿dónde pones el inicio del causa-efecto? ¿dónde pone la otra persona el inicio del causa-efecto? ¿sobre qué podéis comunicar para romper el círculo?